La Evaluación de la competencia curricular y la competencia básica
En estos días de confinamiento por el coronavirus se habla frecuentemente de la evaluación por competencias . Es por lo tanto interesante aclarar algunos aspectos en cuanto a estrategias , técnicas e instrumentos respecto a la evaluación de la competencia curricular y las competencias básicas
En la enseñanza
básica (primaria y E.S.O.) entre los
distintos procedimientos de recoger información tiene especial relieve la observación
del proceso de aprendizaje en cada alumno; esta observación se puede hacer
a través del seguimiento directo de las actividades estructuradas en un
plan de trabajo, bien se realicen dentro o fuera del aula: las producciones de
los alumnos (cuadernos, estudios monográficos, producciones plásticas o
musicales, textos de diverso tipo, producciones orales); juegos dramáticos;
juegos y actividades físicas y corporales; juegos lógicos, de estrategia y
resolución de problemas, así como los recreos y las salidas de aula, que
permiten apreciar la autonomía individual y los aspectos relacionales.
Más información....
En la
evaluación de la competencia curricular resulta de gran utilidad:
- Los criterios de evaluación establecidos para cada una de las áreas y materias que figuran en currículo y en las programaciones didácticas
- Pruebas de evaluación confeccionadas por los profesores.
- Las actividades diarias de la clase y las actividades complementarias y extraescolares
- Es conveniente proponer tareas en las que los alumnos tengan la posibilidad de mostrar distintos conocimientos respecto a los contenidos trabajados y evitar aquellas que impliquen como correcta una respuesta única o invariable.
Los
instrumentos deben cumplir ciertas
características, entre ellas:
. Variedad: permitan evaluar los mismos aspectos desde distintos
puntos de vista, con lo que se atiende a los distintos estilos de aprendizaje
individual de los alumnos. Así como en diferentes escenarios y situaciones
. Compatibilidad: tanto por el profesor, como por el alumnado en
situaciones de autoevaluación o de coevaluación.
.
Fiabilidad: dar información
precisa de lo que se quiere evaluar.
.
Aplicabilidad: en situaciones más
o menos estructuradas de la actividad escolar.
. Realidad: permitir evaluar la funcionalidad (utilidad
práctica) de los aprendizajes realizados.
En
términos generales las Técnicas o
métodos de recogida de información suelen agruparse en :
-
Técnicas de
observación
-
De Interrogación
-
De Análisis de
tareas o productos
-
Pruebas de
conocimiento
Entre los factores en la decisión del
tipo de técnicas, debe tenerse en cuenta
al menos:
1. La finalidad de la evaluación
2. El tipo de información necesaria: actitudinal, de
desarrollo, de tareas, de conocimiento, de destrezas....
3. Las características y nivel del alumno
4. La cantidad de información precisa
Una
técnica de recogida de información es un método de obtener información,
mientras que un instrumento de recogida
de información es el medio o aparato concreto que se va a utilizar. Algunos
tipos de instrumentos se pueden utilizar con más de una técnica. Por ejemplo
una lista de control es válida tanto para la observación como para el análisis
de una tarea
· INSTRUMENTOS MAS ADECUADOS PARA CADA TÉCNICA
1. Instrumentos de Observación: Anecdotarios. Listas de
control. Escalas de evaluación. Ordenación
2. Instrumentos de interrogación: Cuestionario:
Inventario Escala de actitudes: Entrevista : Pruebas sociométricas
3. Instrumentos de análisis. Tareas de adquisición:
Tareas de revisión o repaso: Tareas de transferencia. Listas de Cotejo
4. Pruebas de evaluación de conocimientos. Pruebas que
requieren la elaboración de algún tipo de respuesta (Pruebas de ensayo o de
composición. Pruebas de respuesta guiada. Pruebas de respuesta breve y de
completar) Pruebas que requieren la selección de algún tipo de respuesta (Pruebas
de alternativas constantes. Pruebas de opciones múltiples. Pruebas por pares o
de emparejamiento). Pruebas que requieren el ordenamiento de un contexto:
cronológico; lógico. Pruebas multiítem
de base común
En Educación Infantil, la observación
directa y sistemática constituye la técnica principal del proceso de evaluación.
También: Entrevista con los padres y madres. Observación inicial de cada
niño o niña durante el periodo de adaptación Durante el primer período escolar
y mediante distintas actividades, se observará el grado de desarrollo de las
diferentes capacidades (relación interpersonal, inserción social ...),
registrándose dichas observaciones para poder ajustar adecuadamente la
planificación educativa. Recogida de información del centro anterior
En general, se consideran
instrumentos de evaluación adecuados para esta etapa: el diario del profesor/a, escalas de
observación, entrevistas planificadas con los padres, la observación externa,
conversaciones no forzadas con lo niños: datos, comentarios, juicios de valor
que hacen los niños –autoevaluación-, técnicas audiovisuales. Juego espontáneo
o dirigido, análisis de los trabajos realizados por los niños, informes de
anteriores profesionales
En la enseñanza
básica (primaria y E.S.O.) entre los
distintos procedimientos de recoger información tiene especial relieve la observación
del proceso de aprendizaje en cada alumno; esta observación se puede hacer
a través del seguimiento directo de las actividades estructuradas en un
plan de trabajo, bien se realicen dentro o fuera del aula: las producciones de
los alumnos (cuadernos, estudios monográficos, producciones plásticas o
musicales, textos de diverso tipo, producciones orales); juegos dramáticos;
juegos y actividades físicas y corporales; juegos lógicos, de estrategia y
resolución de problemas, así como los recreos y las salidas de aula, que
permiten apreciar la autonomía individual y los aspectos relacionales.
Para
que la observación sea mas sistemática son útiles las guías estructuradas de
observación que competan y enriquecen
otros instrumentos como: los diarios de clase que permiten
recoger información sobre la actividad cotidiana. Su revisión periódica aporta pistas interesantes sobre el
desarrollo del proceso. También los anecdotarios recogen los aspectos
más llamativos de lo ocurrido y permiten detectar algunas informaciones sobre
reacciones ante situaciones imprevistas. Las grabaciones en magnetófono o
vídeo o los observadores externos, aportan datos complementarios
para la reflexión sobre la dinámica del aula.
También,
la aplicación de pruebas específicas para la evaluación de determinados
contenidos debe ser objeto de selección
por parte del profesorado.
Otra
fuente de información es la que aporta la familia, sus opiniones,
sugerencias, informaciones expresadas en el intercambio entre padres-profesores
....
Es preciso favorecer la participación
del propio alumnado en el proceso de evaluación, valorando conjuntamente
con el profesor los progresos y las dificultades encontradas. El alumno no ha
de ser sujeto pasivo en ese proceso, sino que, en la forma adecuada a su edad,
hay que promover su participación activa mediante la autoevaluación y el
análisis conjunto del trabajo realizado. Con la misma finalidad, debe
favorecer¡Â la coevaluación en la que el grupo exprese las valoraciones de los
trabajos de alguno de sus miembros o del grupo en su conjunto.
En general, cualquier actividad de enseñanza-aprendizaje puede ofrecer
datos para la evaluación, siempre que previamente se haya decidido qué
aspectos pueden ser evaluados en su
realización. La tarea de selección de los instrumentos y las técnicas de recogida de datos en
función de los que se desea evaluar, de la información necesaria para ello y de
las situaciones en que se va a evaluar.
la
evaluación de las competencias básicas,
En términos generales, si nos atenemos a la definición
de currículo como el conjunto de objetivos, competencias básicas, contenidos,
criterios de evaluación y métodos pedagógicos, en la evaluación de la
competencia curricular estaría inherente la
evaluación de las competencias básicas; no obstante, y dado que las competencias
básicas rompen el molde de la educación formal es preciso
apostar por procedimientos e instrumentos que permitan situar al alumno
en diferentes escenarios y contextos formales y no formales e informales.
En la evaluación de las competencias básicas
(siguiendo a Sanz Moreno, area de Evaluación, Gobierno de Navarra, sept. 2007)
debemos tener muy en cuenta que una competencia es la capacidad de emplear el
conocimiento para resolver con pericia una situación de la vida personal,
familiar, académica o social mediante la aplicación de diferentes procesos
cognitivos y socioafectivos.
Es así que en la evaluación de las competencia
lingüística, social y ciudadana, matemática, cultural y artística, aprender a
aprender, autonomía e iniciativa personal se debe prestar especial atención al
menos a los 5 procesos siguientes: identificar,
reflexionar, representar, aplicar, solucionar. El desarrollo de estos procesos
implica la adquisición de conocimientos y situaciones y contextos diferentes,
de ahí que la evaluación de competencias no debe limitarse a la verificación de
conocimientos en una situación.
DICHO DE OTRA MANERA:
Diversificación
de las situaciones e instrumentos de evaluación y potenciación de su carácter
formativo
En un marco de incorporación de las
competencias básicas en el currículo, se hace muy necesaria un reflexión sobre
qué características debe tener la evaluación del proceso de
enseñanza-aprendizaje.
Evaluar competencias es, en sí misma,
una tarea compleja, puesto que éstas pueden adquirirse y desarrollarse no sólo
a través de los aprendizajes formales, sino también a través de los no formales
e informales. En este sentido, es de interés diferenciar entre la evaluación
como proceso y la calificación.
La
evaluación, que debe ser concebida como un proceso continuo e integrado en el
proceso de enseñanza-aprendizaje, ha de proporcionar información para
reorientar dicho proceso, ya sea manteniendo aquellos aspectos que nos permiten
conseguir buenos resultados, ya sea modificando aquellos otros que interfieran
en un adecuado progreso del alumnado.
En el contexto de un currículo basado
en la adquisición, por parte del alumnado, de competencias básicas, se debe
tener en cuenta la poca relevancia de las pruebas e instrumentos que evalúan
sólo conocimientos. Consecuentemente, se deben diversificar las técnicas,
situaciones e instrumentos de evaluación, considerando, entre otros, los
siguientes:
- - la observación de alumnado, tanto en el trabajo individual como en el grupal
- - el análisis del trabajo cotidiano de los alumnos/as, a través de cuadernos, fichas de trabajo, proyectos…
- - la valoración de la participación en las actividades de aprendizaje
- - la calidad de las aportaciones y sugerencias en el marco de tareas de grupo (debates, intercambios, asambleas…)
- - la valoración de la colaboración entre el alumnado
- - la realización de las tareas (en clase, en casa, en otros contextos…)
- - pruebas orales y escritas, que deberán garantizar la valoración de aspectos no sólo conceptuales sino también relacionados con los valores y actitudes, con los procedimientos y habilidades.
Por último, es
importante tener en cuenta la necesidad de conocer las herramientas de
evaluación a los marcos conceptuales que se proponen, tanto desde las
evaluaciones internacionales ya existentes (PISA), como desde las
evaluaciones de diagnóstico, previstas por la nueva normativa. En ambos casos,
esas pruebas de evaluación se orientan precisamente a comprobar el grado de
adquisición de competencias básicas, más que al dominio de determinados
conocimientos disciplinares
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