Calidad en la docencia
Los profesores universitarios tienen entre sus obligaciones la docencia, la investigación y labores de gestión imprescindibles para el adecuado funcionamiento de las otras dos. No obstante, para muchos parece, tristemente, que la labor docente es una “carga” que les quita tiempo en su actividad investigadora.
Ahora, las nuevas reformas apuntan a una reducción en la docencia de aquellos profesores que acrediten una determinada actividad investigadora, docencia que va a ser cubierta por el resto del profesorado.
El sistema está premiando a los que no se preocupan de mejorar en la enseñanza dándoles lo que quieren: menos docencia. A la vez está castigando a aquellos que han dejado a un lado su investigación para volcarse en una mayor calidad de la docencia, en los proyectos de innovación educativa, en la implantación de los grados. Personas implicadas con su trabajo ahora se ven penalizadas con una carga docente que no les va a permitir investigar, y lo más triste es que nadie les valora las horas dedicadas a sus alumnos, a la formación y a la calidad. La excelencia de un profesor universitario se mide en publicaciones en lugar de porcentajes de presentados o aprobados.
Y al final, perderemos a los buenos profesores porque se cansarán de salir siempre perdiendo. Triste pero cierto.— Lucía Asensi Bernardi. El País
Comentarios