Niños más sanos y aplicados gracias a la música
Es extraño que un niño que vaya bien en música, vaya mal en el colegio'. Elvira López, profesora de didáctica del violín del Conservatorio Superior de Música de Aragón, destaca los beneficios físicos y emocionales que el aprendizaje musical aporta a los pequeños. El canto coral, por ejemplo. Hay estudios que avalan un aumento de la capacidad pulmonar, mejora del ritmo cardiaco, de la coordinación. Armonía de cuerpo y de mente, porque 'sólo hay que ver las caras de los niños que cantan. Se desbloquean, pierden la timidez', aprecia Elvira López. Un aporte intelectual, porque la música estructura la forma de pensar y trabajar, ayudando en el aprendizaje de matemáticas, lenguaje y habilidades espaciales.
Este razonamiento convencería a cualquier padre de la necesidad de incluir la música en la educación de sus hijos. La formación, sin embargo, puede comenzar en casa. Lo fundamental: cantar. 'La música es un lenguaje, igual que primero aprendemos a hablar y luego a escribir, hay que hacer música con el cuerpo y la voz', señala Estela Rodríguez, con experiencia en la iniciación musical y profesora de fagot en el Conservatorio de León. La otra clave es la psicomotricidad. Con tres ritmos básicos se consiguen millones de combinaciones. Ella practica un juego con sus alumnos, en el que combina voz y ritmo. 'Eso lo puede hacer cualquier padre, con todo tipo de música'.
Vía: cincodias.com
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