La religión en la ESO es ya minoritaria en la escuela pública
Una de las mayores preocupaciones de la Iglesia católica en lo que se refiere a la asignatura confesional ha sido la secundaria, cuando empiezan a ser los chavales, y no sus padres, los que eligen si cursarla o no. Y, por primera vez, según los datos de la Conferencia Episcopal Española (CEE), son minoría este curso los alumnos de ESO de los institutos públicos que estudian religión católica. Son apenas dos décimas, con un 49,8%, las que la separan de la mitad, pero que la sitúan al otro lado de esa frontera simbólica en una etapa de educación obligatoria casi tres décadas después de que la materia se convirtiera en optativa.
En las escuelas públicas de primaria sí siguen siendo mayoría, con un 80% de alumnos que eligen esta opción. Sin embargo, la cifra es 4,7 puntos menos que hace apenas tres cursos y 10 puntos menos que hace 12 años, cuando la CEE empezó a reunir estas estadísticas a través de sus diócesis (por lo que no siempre coinciden con los datos del Ministerio de Educación). En educación infantil, el porcentaje de alumnos de la pública que cursan religión católica es el 80,6% y en el bachillerato es apenas del 36,8%, 20 puntos menos que en 1996. Contando globalmente todas las etapas, el alumnado de religión católica en la escuela pública ha pasado en ese tiempo del 81,6% al 68,5%.
La CEE señala como inicio de la caída la implantación, a partir del curso 1993-1994, de la LOGSE. Con esta ley educativa aprobada por el PSOE, la ética dejó de ser la alternativa a la religión y fue sustituida por actividades de estudio. "El hecho de que a los adolescentes y jóvenes, a la hora de elegir una asignatura confesional, se les ofrezcan como alternativa unas opciones desiguales en cuanto a contenido y evaluación, determina y explica las diferencias que se pueden observar en cada una de las etapas", asegura en una nota la CEE. Y añade: "Un número de alumnos cercano al 35% han escogido, en ESO y bachillerato, la llamada 'atención educativa', sin contenido ni evaluación alguna, es decir, la justificación para que los alumnos tengan repaso, estudio, recreo, e incluso, nada. Ésta es la razón que más explica y prueba las diferencias", sostiene el comunicado.
De hecho, también ha caído ligeramente este curso el porcentaje de estudiantes de ESO que cursan la asignatura confesional en los propios centros de la Iglesia (del 99,4% al 97,8%) y, más marcadamente, en bachillerato (del 98,4% al 89,3%). En total, contando los centros públicos y privados, la CEE ha recabado los datos de 4,6 millones de estudiantes, de los que 3,5 millones (el 75,7%) estudia religión católica este curso.
La CEE señala como inicio de la caída la implantación, a partir del curso 1993-1994, de la LOGSE. Con esta ley educativa aprobada por el PSOE, la ética dejó de ser la alternativa a la religión y fue sustituida por actividades de estudio. "El hecho de que a los adolescentes y jóvenes, a la hora de elegir una asignatura confesional, se les ofrezcan como alternativa unas opciones desiguales en cuanto a contenido y evaluación, determina y explica las diferencias que se pueden observar en cada una de las etapas", asegura en una nota la CEE. Y añade: "Un número de alumnos cercano al 35% han escogido, en ESO y bachillerato, la llamada 'atención educativa', sin contenido ni evaluación alguna, es decir, la justificación para que los alumnos tengan repaso, estudio, recreo, e incluso, nada. Ésta es la razón que más explica y prueba las diferencias", sostiene el comunicado.
De hecho, también ha caído ligeramente este curso el porcentaje de estudiantes de ESO que cursan la asignatura confesional en los propios centros de la Iglesia (del 99,4% al 97,8%) y, más marcadamente, en bachillerato (del 98,4% al 89,3%). En total, contando los centros públicos y privados, la CEE ha recabado los datos de 4,6 millones de estudiantes, de los que 3,5 millones (el 75,7%) estudia religión católica este curso.
Vía: El País
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