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¡En pie!, que llega el maestro

Entra el maestro y los alumnos, como si tuvieran un muelle en la silla, se ponen en pie. Al presidente francés, Nicolas Sarkozy, le parece que ésta es una buena cosa para la escuela francesa, una costumbre que debe ser recuperada. Se acabó la resaca de mayo del 68 en las aulas, ha repetido varias veces en la campaña electoral. Maestros y alumnos deben hablarse de usted (lo raro en Francia es lo contrario) y restablecer cierto ambiente de lo que se entiende por disciplina y respeto.

El ministro de Educación francés rechaza la medida de "ponerse firmes"
En los oídos españoles eso del "usted, señor maestro" y los alumnos en pie casi divide en dos a la sociedad, como se puso ayer de manifiesto en las reacciones de políticos y sindicatos de un lado y otro del espectro electoral. El PP aplaudió temprano la idea de los nuevos gobernantes franceses. He ahí un "símbolo visible" de la autoridad docente que debe ser recuperada de "forma urgente", dijo el responsable de los asuntos educativos en las filas populares del Congreso, Eugenio Nasarre, a Europa Press.

A los socialistas les parece más bien una ocurrencia "inadecuada", sobre todo, explicaron, si se trata de generalizar esos comportamientos en el aula a edades tempranas. Cree Raimundo Benzal, portavoz de Educación del PSOE en el Congreso, que el respeto ha de trabajarse más "en el fondo que en la forma".

Y, albricias, en lo que ambos partidos están de acuerdo es en que no cabe de ninguna forma que ese tratamiento se imponga a las escuelas. Sea recomendable o no, opinan que son los centros educativos quienes tendrán que decidirlo. Así pues, Nasarre se limitó a animar a los colegios a adoptar estas medidas y el socialista destacó la "distancia" entre el sistema educativo francés y el español.

Como una cosa es la campaña electoral y otra el Gobierno, el nuevo ministro francés de Educación, Xavier Darcos, ya ha dicho que no está a favor de que los niños se "pongan firmes" a la entrada del maestro. Darcos está por la recuperación del orden y el respeto en clase, pero no cree que para ello sea necesario saludar militarmente, aunque cree "indispensable" que los alumnos llamen de usted al maestro y "preferible" que éste les responda de idéntica manera.

Ante este Florido Pensil sólo queda preguntarle al autor de dicha obra, Andrés Sopeña, y usted, ¿qué opina?. Dijo así: "La autoridad no se gana con formalidades, pero tampoco se gana nada con relaciones amistosas. Intentar imponer algunas fórmulas de respeto correspondientes a una época que ya pasó es anacrónico, pero algo tiene que cambiar para que el profesor recupere el prestigio que ha perdido, no puede ser que los padres hablen mal del profesor delante de los hijos, tan insoportable eran algunos aspectos de la educación que yo sufrí como otros de ahora. Pero no creo que haya que ponerse en pie para mejorar eso", respondió.

En pie están ya algunos alumnos franceses, que han convocado manifestaciones. Pero por otras cosas, quizá más importantes que levantarse en clase.
Vía: El País; blogalaxia,tags:

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