Hay que empezar por reconocer que las matemáticas, en general, podrán contar con el respeto, pero no con el cariño de la sociedad en su conjunto. Las matemáticas, incluso aplicadas a diferentes campos del saber, se identifican frecuentemente, por los ajenos a este campo, como algo difícil y frío, lejano a todo planteamiento humanista e integrador. Sin embargo, poco puede hacerse en Economía sin un planteamiento matemático: ni una teoría económica integradora, ni una economía aplicada a la altura de la potencialidad de las nuevas tecnologías informáticas y de las necesidades de los organismos internacionales, los gobiernos, las empresas u otro tipo de instituciones públicas o privadas. Pero reconocer carencias y recomendar cautelas es la mejor forma de evitar absurdas descalificaciones globales de las técnicas cuantitativas en el terreno de la economía y de las ciencias sociales en general. Según Keynes, el economista “tiene que alcanzar un nivel elevado en diferentes direcciones y debe reunir talentos que no se encuentran juntos. Debe comprender los símbolos y hablar con palabras. Debe contemplar aspectos particulares en relación con un todo, abordar conjuntamente lo abstracto y lo concreto. Debe estudiar el presente en función del pasado y pensando en el futuro. Ningún aspecto de la naturaleza humana o de sus instituciones debe pasar inadvertido a su curiosidad observadora. Debe simultanear la voluntad de acción con la neutralidad; debe ser elevado e incorruptible como un artista y estar a veces tan cerca del suelo como un político”.
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Vía: econolancia.com; blogalaxia,tags: matematicas y economía ; technorati,tag:didáctica
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