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Bachillerato de excelencia


"Espero y deseo que se extienda a todos los institutos". Ante un público de alumnos con expediente brillante, frente a los profesores que se llevan las dudas de sus chicos a casa y trabajan en ellas hasta bien entrada la noche, la presidenta Esperanza Aguirre lanzó un anhelo que choca con la realidad. Aguirre y una nutrida comitiva regional recorrieron ayer pasillos y aulas del instituto San Mateo, el centro en el que se inició la experiencia del bachillerato de excelencia en septiembre con 100 alumnos.



El programa experimental incluye cuatro grupos: Ingeniería y Arquitectura, Ciencias de la Salud, Ciencias Mixto y uno de Artes y Humanidades con Ciencias Sociales y Jurídicas. Los alumnos dan una hora más de inglés a la semana, otra de Física y Química -los de Ciencias- o de Latín, para Humanidades. "Tenemos mucha tarea, hay que trabajar también los fines de semana", explicaba una de las estudiantes que escuchó la alocución de Aguirre sobre el valor de "el mérito, el esfuerzo y el trabajo". Los estudiantes imparten horas lectivas por la mañana y siguen actividades de refuerzo por la tarde.
La Comunidad de Madrid anunció en abril que, tras la experiencia piloto, se incorporaría al resto de institutos al programa y la presidenta reiteró ayer que lo extenderá por los centros públicos. Pero la consejera de Educación y Empleo, Lucía Figar, lo puntualizó después. El proyecto no es ampliable a todos los centros de Madrid porque "no todos los institutos tienen un número suficiente de alumnos excelentes para abrir un aula", según Figar. Más de la mitad de los 2.278 alumnos más brillantes de Madrid suspendieron en julio el examen de acceso para este bachillerato, el mismo con el que se elige a los aspirantes al Premio Extraordinario de la ESO. Además, deben obtener al menos un siete de nota media en la prueba de conocimientos y destrezas indispensables (el examen con el que el Gobierno regional examina a los estudiantes) y ocho en el expediente del instituto.
La propuesta se abrirá el curso que viene a "unos 10 centros" con una "convocatoria restringida voluntaria", según Figar. En los seleccionados se implantarán aulas para estos alumnos que convivirán con el resto de sus compañeros. Un alumno de la rama de Ciencias contaba ayer que le hubiera gustado quedarse en su centro de Collado Villalba en vez de ir cada día al San Mateo. Echa de menos a sus amigos. Asegura que decidió matricularse en el bachillerato de excelencia después de que su instituto "perdiera 12 profesores" con el recorte de interinos que aplicó Educación tras aprobar las instrucciones que amplían la jornada lectiva de 18 a 20 horas semanales. "Cuando me enteré, decidí cambiarme. No hay laboratorio ni actividades extraescolares en mi viejo instituto, aprendo peor", según el alumno. Un portavoz de Educación asegura que todos los institutos de ese municipio tienen laboratorios y solo uno no organiza actividades extraescolares porque "renunció a los fondos que le correspondían".
La media de este alumno ha bajado un par de puntos, de 10 a "ocho o nueve", contaba ayer en un aula. La consejera Figar explicó que una de las inquietudes de padres y alumnos del San Mateo (además de compartir centro con alumnos de Primaria de un colegio en obras) es que el nivel de exigencia ha bajado su nota media, lo que puede perjudicarles en la Selectividad. "Los profesores tendrán que jugar con ser más exigentes en lo académico y homologar las notas". Varios centros se han interesado por el programa, entre ellos el Ramiro de Maeztu (Madrid), el Cardenal Cisneros (Alcalá de Henares) o el Joan Miró (San Sebastián de los Reyes). Ahora deben concretar cómo será la selección de profesores para las nuevas aulas de excelencia. Educación baraja seleccionarlos de otros centros y adjudicarlos en comisión de servicio. Los docentes del San Mateo fueron "seleccionados cuidadosamente", según Aguirre y, además de doctorados y títulos, tienen experiencia en investigación y en el ámbito empresarial. 

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