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Educación estudia si un profesor ciego puede seguir enseñando


La Delegación en Cádiz de la Consejería de Educación de la Junta aún no ha tomado una decisión, pero el Servicio de Inspección ha abierto un proceso que pone en duda que un profesor invidente pueda dar clase como cualquier otro educador sin que esto perjudique a sus alumnos.
Educación confirmó el pasado lunes a este periódico que existe un informe (cuyo contenido es confidencial) y que se está estudiando el tema. Sin embargo, apunta que "no existe predisposición negativa sobre dicho informe y simplemente se está analizando el tema teniendo en cuenta la peculiaridad que presenta".
Antonio José Pérez Perpíñez es granadino, tiene 31 años, vocación docente y pasión por la lengua española. Está cubriendo una vacante desde el pasado 10 de octubre, como interino, en el instituto Virgen del Carmen de Puerto Real. Pero tiene una peculiaridad: es ciego. Hasta ahora nunca había recibido ningún tipo de queja por parte de profesores, padres o alumnos de los centros en los que ha estado anteriormente trabajando en Córdoba y en Málaga. Sin embargo, últimamente ha estado sometido a examen por parte de un inspector de Educación a causa de su discapacidad.
El 7 de marzo, éste tuvo una conversación con Antonio en la que le preguntó, según él mismo explica, por la forma en que corrige los exámenes o por cómo hace para controlar a los alumnos. Al día siguiente, el inspector asistió a una de sus clases. Después, el pasado día 15, volvió al centro para dar a conocer sus conclusiones iniciales. Antonio Pérez declara que el inspector valoró positivamente su destreza en la transmisión de contenidos orales, pero puso otras cuestiones en contra. Por ejemplo, que Antonio no puede corregir exámenes en tiempo real, que no puede saber si los alumnos están prestando atención o que no sabe qué escriben en la pizarra.
El director del centro escolar, Carlos Muñoz, que no quiso entrar en otro tipo de valoraciones, pero si afirmó que "aquí se le trata como a cualquier otro profesor, no hay trato preferente". Añadió además que no ha recibido queja por parte de ningún padre.
Aunque la decisión la tendrá que tomar la Consejería, Antonio Pérez afirma que el inspector ya le anunció cuáles podrían ser sus opciones: un ayudante a su lado en todas las clases, trasladarlo a un centro donde trabaje con invidentes o estar fuera de la docencia trabajando para la Junta en otras cuestiones. Evidentemente a este profesor no le gusta ninguna de las tres opciones, ni siquiera la primera, pues dice que quiere tener su propia autonomía en las clases. Además destaca que "no son buenas, ni la discriminación , ni la superprotección".
Antonio José Pérez es interino ya que ha pasado el primer examen de las oposiciones y, como el resto de los que están en su situación, va donde le mandan cada año. Curiosamente, la Junta de Andalucía reserva un tanto por ciento de plazas para personas con discapacidad, aunque no es el caso de Antonio, pues esto se da en la segunda fase de las oposiciones.
Esta disyuntiva se ha dado en el mismo centro y depende del mismo inspector que intervino en el caso, que se hizo público hace unos días, de la profesora que podría ser expulsada del instituto después de que unos alumnos grabasen un alboroto en clase protagonizado por los propios estudiantes y después colgado en internet.

Vía: Granada Hoy

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